Ya se vislumbra la llegada del mes de Mayo, el de las flores, y aromas, el que llega a los campos y pueblos regalando luz, el mes que se inicia con la exaltación de la Santa Cruz, continuando con el día de la Madre, con la celebración de la Romería en Honor a Nuestra Santísima Madre María, Virgen de Luna y, el último domingo de mayo, la fiesta de la Virgen del Amor Hermoso.
Festividades y cultos que tenemos que alentar y cuidar para seguir manteniéndonos fieles a sus creencias y a su espíritu cristiano. Cuanto sabor tienen estas romerías que mantienen viva una esencia que no debería perderse; costumbres y tradiciones que son emblema de esta Hermandad y que mantienen viva la fe y la tradición popular.
Bajo ese bello manto, tenemos que ser mensajeros de la devoción y culto a esa Divina Madre “Virgen de Luna” de- mostrando el amor que profesamos a María y su Hijo, transmitiéndolo al máximo número de personas y a todas aquellas que nos acompañan en este día tan especial para nuestra hermandad.
Tenemos que hablar de MARÍA, con letras mayúsculas...
